Semana 9.



Objetos de Aprendizaje.



Introducción.

Durante la evolución en el desarrollo de diferentes herramientas de comunicación hemos visto cómo éstas atienden una gran diversidad de necesidades adicionales, cada una con sus correspondientes características particulares. Es de nuestro interés el uso que se les da a las diferentes Tecnologías de la Información y Comunicación en lo que se conoce como educación en línea. Pero… ¿qué es la educación en línea? La definición que encontramos por parte de la Secretaría de Educación Pública es la siguiente: 


“Es aquella que involucra cualquier medio electrónico de comunicación, incluyendo la videoconferencia y la audio conferencia. En sentido más específico, la educación en línea significa enseñar y aprender a través de computadoras conectadas en red”.


Por otro lado, la Coordinación General de Estudios Interactivos a Distancia (CEIDIS) nos dice:  

“Se entiende por Educación en Línea (estudios en línea, formación virtual) aquellos en los que especialistas, docentes y estudiantes participan remotamente, a través de las redes de computadoras, haciendo uso intensivo de las facilidades que proporcionan la Internet y las tecnologías de información y comunicación, para lograr así un ambiente educativo altamente interactivo, a cualquier hora y desde cualquier lugar”.

En esta definición encontramos varios elementos interesantes. Uno de ellos es la distinción de roles tales como especialistas, docentes y estudiantes. Si bien ambas definiciones cuentan con elementos comunes destaca el hecho de que en ocasiones se presentan elementos genéricos o más específicos. Al respecto, como reconocen McAnally L. y Organista J. (2007) hablando de educación en línea: 

“Sus definiciones, clasificaciones y aplicaciones son tan diversas que escapan a una definición sencilla.” “Si a lo anterior añadimos que por su maleabilidad la educación en línea es epistemológicamente neutra y, como tal, puede ser utilizada prácticamente para cualquier aproximación epistemológica, se puede afirmar con certeza que el concepto de educación en línea es complejo y difícil de definir”. 

Esto mismo se ilustra mediante la siguiente figura:




Así pues, de la misma forma en que encontramos variedad en cuanto a la definición del concepto de educación en línea, también encontramos diferentes interpretaciones e implementaciones dependiendo de las necesidades que pretenden cubrir.


¿Qué relación existe entre las diferentes variables de la educación en línea y sus diversos soportes pedagógicos?

Las diferentes modalidades de materiales y estructuras pueden ser relacionadas con distintas corrientes pedagógicas, como por ejemplo el conductismo o bien el constructivismo contando con materiales y estructuras tan diversas desde los diseños “pasa páginas” (Gándara, 2012) donde el estudiante es un mero receptor pasivo del conocimiento, hasta diseños que hacen uso de cierta interactividad mediante el uso de foros de discusión, servicios de videoconferencia, animaciones y mensajería instantánea. Nos hemos dado cuenta de que se ha utilizado en menor medida el recurso valioso de la simulación, recurso con gran potencial pero que a su vez conlleva un mayor índice de inversión en cuanto a recursos, tanto en el aspecto tecnológico como en el humano (desarrolladores). Algunas de las variantes de la educación en línea se llevan a cabo considerando los puntos anteriores y finalmente terminan relacionándose con su correspondiente soporte pedagógico, contrario al proceso que debería llevarse a cabo partiendo inicialmente del modelo pedagógico que se pretenda seguir y con base en éste desarrollando la estructura y contenidos de los materiales y sistemas. Vemos entonces que hay una relación directa entre cada variante  que encontramos en cuanto a la educación en línea y los modelos pedagógicos.


¿Es indispensable siempre llegar a una modalidad de autoinstrucción?

Cuando hablamos del proceso de enseñanza – aprendizaje resulta aventurado utilizar absolutismos, como en este caso el término “siempre”. Estamos de acuerdo en que la autoinstrucción suele ser una característica deseable, sin embargo el llegar a ella o no será dependiente tanto de los materiales como del objetivo de cada objeto de aprendizaje. Esto es, al modularizar nuestros recursos cada uno de ellos tendrá objetivos tanto genéricos como particulares, y habrá ocasiones en las que la sola modalidad de autoinstrucción no resulte adecuada. Esto se hace evidente en el momento en el que reconocemos la necesidad de desarrollar las habilidades del estudiante en el trabajo colaborativo, pues el intercambio de ideas y los diferentes procesos de reflexión con diferentes compañeros enriquecen todo el proceso. Esto claro, sin olvidarnos de los casos en los que se requiere de una evaluación cuya realización automatizada se encuentra aún limitada por los alcances tecnológicos actuales. Por ejemplo, como menciona Gándara (2012), los sistemas de la actualidad no son capaces de llevar a cabo la evaluación de un ensayo por lo que sigue siendo necesario el recurso humano de un evaluador.


¿Constituyen los Objetos de Aprendizaje un retroceso potencial o un avance formidable? ¿En dónde radica su fuerza y en dónde su debilidad?

Como ocurre con todas las herramientas que tenemos a nuestra disposición, depende directamente de cómo las utilicemos para determinar si representan un avance o un retroceso. Una característica potencialmente peligrosa de los objetos de aprendizaje es el tiempo corto de atención que requiere por parte del estudiante al ser unidades pequeñas de aprendizaje. Es verdad que se fomenta el proceso de construcción del conocimiento relacionando diferentes objetos de aprendizaje, sin embargo si éstos son los únicos que utilizamos corremos el riesgo de “malacostumbrar” a la mente a pequeños lapsos de atención. Otra debilidad puede ser que, al tomar cada objeto de manera independiente, se pierde en cierta medida la contextualización pues es labor del estudiante el relacionar los diferentes objetos de aprendizaje que ha estudiado. Para compensar este último punto se suelen utilizar metadatos que faciliten el “ensamblaje” de los objetos de aprendizaje, aunque esto conlleva un desarrollo más complejo. En contraste el potencial evidente con el que cuentan es la compatibilidad del conocimiento, es decir, si cada módulo se desarrolla adecuadamente pueden incrementar la eficiencia del proceso de aprendizaje al enfocarse en los aspectos relevantes que se desea estudiar descartando los elementos que podrían considerarse como irrelevantes. Otra de sus ventajas es su reusabilidad, pero nuevamente esto representará una ventaja únicamente si el diseño resulta adecuado.



Conclusiones

En el repositorio de objetos de aprendizaje sugerido para la realización de la presente actividad podemos encontrar diferentes propuestas que van desde diseños “planos” que son meramente expositores de información mediante texto al estilo de blogs, hasta propuestas que hacen uso de ciertas capacidades tecnológicas, siendo lo más común el uso de animaciones y en menor grado los foros de discusión, mensajería instantánea y videoconferencias. Notamos además que existe una tendencia pronunciada hacia el autodidactismo, aunque no en todos los casos resulta deseable llegar a su uso exclusivo, pues esto es dependiente del objetivo del objeto de aprendizaje y de las habilidades que se desea desarrollar en el estudiante, pues es importante tanto el trabajo colaborativo como el proceso de reflexión y diálogo para enriquecer el conocimiento, es decir, “aprender juntos”. Esto puede deberse en parte a la gran variedad de definiciones que encontramos para el término “educación en línea” y al mismo tiempo al proceso de estandarización que se encuentra en progreso. Otra causa son las limitaciones tecnológicas tanto para los requerimientos técnicos (para el diseño de un simulador, por ejemplo) como de los conocimientos para llevar a cabo el mismo desarrollo, sin olvidarnos del aspecto económico pues estos materiales implican una mayor inversión. Los objetos de aprendizaje son un concepto interesante y con bastante potencial, sin embargo su utilidad dependerá de cómo utilicemos estas herramientas para considerarlas como un avance o un retroceso.



Referencias

Orientación Educativa, Educación en línea. Recuperado el domingo 18 de marzo de 2012 de: http://orientacionvocacional.sep.gob.mx/index.php?Itemid=74&arg%5Barea%5D=id.Educacion-en-linea&option=com_glossword&view=default

Coordinación General de Estudios Interactivos a Distancia (CEIDIS). Educación en línea.


McAnally L., Organista J. (2007). La educación en línea y la capacidad de innovación y cambio de las instituciones de educación. Recuperado el martes 20 de marzo de 2012 de: http://iide.ens.uabc.mx/blogs/mcanally/files/2007/11/mcanally-y-organista.pdf

1 comentario:

  1. Hola compañeros:

    Buen ensayo, se ve la precisión de la respuesta a las interrogantes que nos dan en la sesión; sólo como observación, ya vi dos blogs, y coinciden con el esquema de McAnally, pero considero que más que una relación pedagógica, es un esquema con una perspectiva empresarial.

    Saluditos.

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